Orando de Acuerdo a la Voluntad de Dios

Jim Cymbala

“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles” (Romanos 8:26).

Las complejidades y las angustias de la vida pueden abrumarnos hasta el punto de que no podemos encontrar palabras en la oración. Incluso el apóstol Pablo experimentó este dilema; él habla de “nuestra debilidad” y reconoce: “qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos”. Pero el Espíritu de Dios habita en nosotros para ayudarnos a orar más allá de nuestra capacidad limitada, porque el Espíritu “conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos” (Romanos 8:27). Aunque las palabras inteligibles no siempre se emplean, el Espíritu nos ayuda a cumplir con las condiciones de pedir de acuerdo con la voluntad de Dios, el secreto de toda oración exitosa. Necesitamos creer esto y estar abiertos al ministerio actual del Espíritu Santo.

Por cada persona que deja de orar debido a conceptos erróneos sobre la soberanía de Dios, hay otra que ora mucho pero con intenciones equivocadas. Entonces Santiago agrega esta advertencia: “Aun cuando se lo piden, tampoco lo reciben porque lo piden con malas intenciones: desean solamente lo que les dará placer” (Santiago 4:3, NTV).

Hoy la gente está "reclamando" cosas que nunca se prometieron a los creyentes del Nuevo Testamento mientras ignoran el poder espiritual y la gracia que el mundo necesita desesperadamente. La primera regla de la oración no es la "fe", sino si la petición está de acuerdo con la voluntad de Dios. ¡No olvidemos que el Señor sigue sentado en su trono como gobernante del universo!

Aunque a veces puede ser difícil discernir la voluntad de Dios, él nos enseñará cómo orar, cuando esperamos humildemente su dirección. Dos poderosas promesas pueden dar a nuestra vida de oración un nuevo inicio para que podamos comenzar a orar regularmente con confianza:

  • “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada (Santiago 1:5)
  •  “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”  (Filipenses 4:19).

Que las promesas de Dios impulsen tu oración para que ya no tengas miedo de pedir y recibir grandes cosas de él.

Jim Cymbala comenzó la iglesia Brooklyn Tabernacle con menos de veinte miembros en un pequeño y deteriorado edificio en una parte difícil de la ciudad. Nacido en Brooklyn, es un viejo amigo de David y Gary Wilkerson.