Una Confianza Sin Límites

David Wilkerson (1931-2011)

“Y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios” (Éxodo 6:7).

¡Dios desea que lo conozcas! Él quiere enseñarte a reconocer su voz sobre todas las demás. Él se reveló y se manifestó a su pueblo, los hijos de Israel, una y otra vez, a través de grandes liberaciones y señales milagrosas y prodigios; y aún así no conocían a su Dios.

“Cuarenta años estuve disgustado con la nación, y dije: Pueblo es que divaga de corazón, y no han conocido mis caminos” (Salmos 95:10). Dios estaba diciendo: “En todo este tiempo, nunca me dejaron ser verdaderamente Dios. ¡Siguieron sin saber cómo es que yo obro!

Amados, Dios sigue buscando personas que lo dejen ser su Dios hasta el punto de que realmente lo conozcan y aprendan sus caminos. Somos como Israel en que hemos presenciado milagros, hemos experimentado la manifestación de su presencia y nuestras oraciones fueron respondidas. Confiamos en Dios en la mayoría de las áreas de nuestras vidas, pero nuestra fe siempre tiene fronteras y límites. Puede haber un área pequeña que estás bloqueando, donde realmente no crees que Dios va a obrar. Tu duda impide que Dios sea todo lo que él quiere ser en tu vida.

Estimado lector, no puedo decir si tú realmente conoces a Dios como Él lo desea. Sólo el Espíritu Santo puede revelar eso. Pero permíteme compartir contigo lo que Dios me ha revelado acerca de cómo le he impedido ser verdaderamente Dios en mi vida: al no descansar en su amor por mí.

¡Es hora de que descanses con seguridad en el amor de Dios! Debes ponerte de pie y decir: "No aceptaré las acusaciones del diablo, porque de todos modos nunca seré digno. ¡Todo mi valor viene a través de Jesús! Él me ha limpiado con Su sangre".

¡Ves, no puedes dejar que sea Dios para ti, a menos que permitas que él te ame!

Cuando el enemigo viene como león rugiente, no te asustes, simplemente descansa. Di: “Dios me ama, Jesús me ama. ¡Yo conozco y creo en su amor!” Permítele ser Dios para ti mostrándole que descansarás en su amor. Acéptalo y disfrútalo. Dios se glorifica más en ti cuando le permites que te inunde con su amor.