UN PODEROSO REMANENTE

David Wilkerson (1931-2011)

Hay noticias maravillosas para todos los cristianos que están desanimados por la apatía y la impiedad en esta nación. Independientemente de cuán perversa y corrupta se haga esta sociedad y cuántos cristianos cedan sus principios y caigan en pecado, Dios todavía tiene un remanente poderoso de seguidores santos y apartados.

Los cristianos pueden ser engañados hasta pensar que Satanás está ganando la batalla por los santos, y que la “caída” predicha ha alcanzado a todo el pueblo de Dios. La Biblia predice que en los últimos días muchos se apartarán; los hombres amarán los deleites más que a Dios; el amor de muchos se enfriará; los malvados y los seductores se volverán cada vez peor y peor; y Satanás declarará la guerra a los santos del Altísimo.

También es cierto que Satanás ahora está andando como león rugiente, con gran ira, buscando víctimas para devorar. Los enemigos de Dios están haciendo todo lo posible para engañar y seducir a todo verdadero seguidor de Cristo. ¡Pero la verdad es que no todo el pueblo de Dios se está apartando! No, en absoluto; y el Espíritu Santo tiene una palabra gloriosa y alentadora para su Iglesia. Ahora mismo, Dios está levantando una multitud de creyentes santificados que se oponen a la idolatría de este siglo. Están tan llenos de amor por Cristo que están listos y dispuestos a ser perseguidos por su fe y devoción.

El llamado de Jesús es a ser reflexivo y sereno. Pablo le dijo a Tito: “Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes” (Tito 2:6). Y Pedro amonestó a los cristianos: “Así que preparen su mente para actuar y ejerciten el control propio” (1 Pedro 1:13, NTV). A medida que el materialismo consume nuestra vida espiritual y la transigencia carcome nuestros estándares, los cristianos están llamados a tomar muy en serio las cosas de Jesús. Pedro dijo además: “Sed, pues, sobrios, y velad en oración” (1 Pedro 4:7).

Jesús no quiere que vayas por ahí con la cara larga o con falta de humor. Pero él quiere que vivas como alguien que pronto abandonará esta tierra, ¡para estar con él!