Angustia Por el Pecado
Muchos cristianos son amantes de Jesús, pero pecan contra la luz que se les ha dado. Han escuchado miles de sermones correctos, leen la Biblia diariamente durante años y han pasado incontables horas en oración. Sin embargo, han permitido que un pecado acechador permanezca en sus vidas y han cortado su comunicación con Jesús. Cuando el Espíritu Santo convence de un pecado que nunca ha sido tratado, viene con una advertencia: “¡Este pecado debe desaparecer! Yo no voy a coquetear con aquella licencia que tú te estas dando”.