NO HAY ESPERANZA DE VICTORIA EN NUESTRA FUERZA

David Wilkerson (1931-2011)

Incluso si eres salvo, viviendo bajo la cubierta de la sangre de Cristo y asegurado por la fe en su obra en la cruz por ti, puedes tener batallas constantes librándose dentro de ti. Los enemigos de tu alma buscan devorarte y todavía te encuentras en una batalla con potestades satánicas y fortalezas. Debemos solicitar el poder que está disponible para nosotros a través del Nuevo Pacto de Dios, pero ese poder sólo viene por fe.

El profeta Isaías advirtió a Israel que no había posibilidad de victoria para ellos si intentaban luchar contra su adversario en sus propias fuerzas. El capítulo 31 de Isaías pinta un cuadro perfecto de la inutilidad de tratar de batallar con el enemigo en nuestra habilidad humana. Creo que este capítulo es un tipo y una sombra de la ineficacia de nuestros intentos de hoy para vencer las lujurias, los malos hábitos y los pecados acechantes, a través de confiar en ideas y ayudas humanas.

Este capítulo es también un ejemplo para nosotros de cómo el pecado aumentará en los últimos días. La Escritura dice que la sociedad será cada vez peor y que la Iglesia será inundada de engaños y doctrinas de demonios. Creo que estamos viendo que eso sucede en este momento. Las hordas demoníacas se han infiltrado en todos los medios y en todas las formas de tecnología, inundando nuestra cultura con sensualidad y perversiones de todo tipo.

Si estás en medio de una lucha abrumadora, debes aprender la palabra que Dios le dio a Zacarías: “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Zacarías 4:6).

“Porque … con la voz de Jehová [el enemigo] será quebrantado” (Isaías 30:31). Isaías está diciendo: “Tu Señor promete luchar por ti. Él dará a conocer su voz y hará huir a todos tus enemigos”.

¿Estás enfrentando a un enemigo que es demasiado poderoso para ti en este momento? Si es así, Dios simplemente pide que rindas tu espada y confíes en que él luchará a favor de ti.