Lo que Quebranta el Corazón de Dios

David Wilkerson (1931-2011)

Jesús lloró ante la tumba de Lázaro, a pesar de que sabía que pronto lo resucitaría a la vida. Después de todo, había venido a Betania expresamente para este propósito. “Jesús lloró. Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba. Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera? Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro” (Juan 11:35-38).

Si bien Jesús sintió profundamente el dolor de sus queridas amigas María y Marta por la muerte de su hermano, su dolor más profundo fue causado por la incredulidad de las personas que cuestionaron por qué no había evitado la muerte de Lázaro. “Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” (11:40).

Al igual que en los días de Jesús, el corazón de Dios se quebranta hoy cuando los cristianos cuestionan su amor por ellos. ¿Cómo podría un Dios de amor no llorar, cuando sus propios hijos dudan de su propia naturaleza?

Los cristianos entristecen al Señor en asuntos mucho peores que aquellos que acontecieron durante su tiempo en la tierra. Nos paramos en una montaña más alta y vemos más de lo que ellos pudieron ver. Tenemos una Biblia completa con un registro completo y detallado de la confiabilidad de Dios. Tenemos los testimonios escritos de siglos de cristianos, generación tras generación de padres piadosos que nos han transmitido pruebas inconmovibles del amor de Dios. También tenemos innumerables experiencias personales que dan testimonio del tierno afecto de Dios por nosotros.

Dios revela su corazón por su pueblo en su Palabra:

  • “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” (Hebreos 4:15).
  • “Él dijo: No te desampararé, ni te dejaré” (Hebreos 13:5).
  • “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él” (Juan 3:17).

Amado, el corazón de Dios está lleno de misericordia y perdón; y su Palabra está llena de promesas de bendición. Él declara su amor por ti una y otra vez; y sólo está esperando oír de ti. Abre tu corazón a él hoy y experimenta todo lo que él tiene para ti.