Llenando el Tanque hasta el Tope

Gary Wilkerson

Hace años, experimenté una grave lesión en la espalda. Antes iba en bicicleta una larga distancia; pero después de la lesión, no podía moverme como antes. Probablemente subí entre 10 y 15 kilogramos. Eso me sorprendió un poco, así que comencé a trabajar para recuperar mi salud, hacer ejercicio y tratar de comer bien. Un problema grave es que odio los vegetales. Son horribles, pero me esfuerzo por comer las verduras.

También tengo otro problema. Cada vez que empiezo a perder peso, hay un número que no es tan bajo como mi objetivo original, pero es donde empiezo a sentirme satisfecho. Al principio, perder peso no es un problema, pero luego llego a ese número que es como un obstáculo. Parece que no puedo vencerlo; y luego mi cerebro comienza a decirme: “¡Oye, te ves bastante bien!” Ese último obstáculo es la parte más difícil, porque me he contentado con "lo suficientemente bueno”.

Esta mentalidad es muy peligrosa para nosotros, porque nos deja sin la plenitud de lo que deseamos. Lo que es peor, muchos de nosotros la tenemos en la iglesia.

Recibimos una palabra el domingo, oímos un sermón en línea que nos bendice o almorzamos con un amigo cristiano que inspira nuestro corazón; y eso es lo suficientemente bueno para nosotros. Estamos satisfechos. ¿Alguno de ustedes llena el tanque de gasolina de su automóvil sólo tres cuartas parte? ¿O tal vez sólo lo llenas hasta la mitad? ¿Quién pone sólo un cuarto de tanque de gasolina en el automóvil? El Espíritu Santo quiere llenarnos de vida y vida abundante, pero muchos de nosotros obtenemos un toque del Espíritu y luego estamos satisfechos. Pensamos: “Suficientemente bueno”.

Permítanme decirles que la media llenura del Espíritu, la llenura de ayer y las medidas parciales de derramamiento son insuficientes en estos días perversos. Serás abatido y derrotado. Serás aplastado si sólo recibes mitades.

Lo que Dios tiene disponible para ti está mucho más allá de lo que alguna vez hayas soñado, pensado o imaginado. La plenitud de Dios es lo que él te ofrece para que puedas experimentar verdaderamente las cosas de Jesucristo. Dios quiere levantar una generación de su pueblo que esté llena de su presencia, aquellos que se opongan a las tinieblas y escuchen a Cristo decir: “Sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18).