LA PRESENCIA DE JESÚS EN NOSOTROS

Gary Wilkerson

¡El Nuevo Testamento es tan emocionante! Nos muestra que Jesús fue la representación exacta del Padre y cuando vemos a Jesús, vemos exactamente cómo es Dios. ¡Tan lleno de amor, gracia, misericordia, poder, verdad y justicia! La Palabra de Dios nos dice que llevamos su naturaleza divina debido a la presencia de Jesús en nosotros.

“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia” (1 Pedro 1:3-4).

¿Te imaginas vivir una vida sin experimentar alguna vez miedo o terror en la noche? ¿O vergüenza, culpa, condena o una sensación de indignidad? ¿Cómo sería tu vida sin estrés o ansiedad? Solo piénsalo; y luego comprende la verdad de que eres libre de la esclavitud de estas cosas debido a quién eres en Cristo.

Estamos destinados a vivir como Jesús. Cuando pecamos, el corazón del Padre se entristece, por supuesto, pero el Espíritu Santo nos convence y cuando nos arrepentimos, ¡Jesús nos perdona y rompe todas las cadenas! Puede que no estemos caminando en una victoria total todo el tiempo, pero estamos "prosiguiendo hacia el premio" porque Jesús habita en nosotros por el poder del Espíritu Santo.

“No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:12-14).