LA PAZ DE DIOS EN TIEMPOS ATEMORIZANTES

David Wilkerson (1931-2011)

Considera una de las promesas más poderosas de toda la Palabra de Dios: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza. Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios, el santuario de las moradas del Altísimo. Dios está en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana. Bramaron las naciones, titubearon los reinos; dio él su voz, se derritió la tierra. Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob ... Que hace cesar las guerras” (Salmos 46:1-7,9).

La Palabra de Dios es tan poderosa, tan inconmovible, que nos dice: “Nunca tendrás que temer. No importa si el mundo entero está en crisis. La tierra puede temblar y hacer que las montañas se desmoronen y los océanos se levanten. Las cosas pueden estar en un completo caos, pero debido a mi Palabra, tú tendrás paz como un río”.

Incluso ahora, mientras nuestro mundo está en un momento aterrador y muchos están experimentando problemas personales y sufrimientos, el Salmo 46 hace eco al pueblo de Dios: “Estoy contigo a través de todo esto. Mi pueblo no será destruido o conmovido”.

Trata de comprender lo que el Señor nos está diciendo en este salmo. Nuestro Dios está disponible para nosotros en cualquier momento, día o noche. Él está a nuestra mano derecha, dispuesto a hablarnos y guiarnos; e hizo esto posible al darnos su Espíritu Santo para que permanezca en nosotros.

Pedro escribe: “Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina” (2 Pedro 1:4). La paz sobrenatural es una parte de la naturaleza divina de Dios y está disponible para todos los que son obedientes a su Palabra.