“Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del hombre vendrá a la hora que no pensáis” (Mateo 24:44).
La novia de Cristo debe vivir en una continua expectación de gozo por su inminente retorno, porque él puede llegar en cualquier momento. Jesús advirtió, sin embargo, que en los últimos días, ministros malvados se infiltrarán en la iglesia con la intención de hacer dormir a la novia. Ellos tratarán de quitar su corazón de amor por su novio, al declarar: “Mi señor tarda en venir” (24:48).
Este evangelio es predicado por hombres que no quieren pagar el precio de obedecer los mandamientos de Cristo. Tienen hábitos pecaminosos y llevan una doble vida; así que naturalmente, ellos no quieren que Jesús regrese. Por lo tanto, han confeccionado su propia doctrina para justificar su permanencia en el pecado. La Biblia dice que aquellos que declaran que Jesús tarda en venir son “siervos malos” (ver 24:48).
Amado, no permitas que tal enseñanza te persuada. Lleva a una mundanalidad horrible y da como resultado el desvanecimiento de cualquier motivación por una vida santa, por alguna pasión por Jesús. Algunos cristianos transigentes dicen: “¿Por qué debo vivir con la expectativa de su retorno, si voy a tener una muerte normal? Puedo hacer como quiera y vivir la vida en juergas y parrandas. Y así como el ladrón en la cruz, puedo clamar justo antes de morir: ‘Señor, ¡ten misericordia!’”
¡Te animo a que anheles su venida! Si eres parte de la Novia de Cristo, ¡sentirás tanta nostalgia por tu Señor que no podrás esperar para verlo! Clamarás: “Señor, estoy listo para tu regreso. Sé que estás cerca, puedo sentirlo; y casi no puedo esperar para verte. Mi corazón clama dentro de mí: 'He aquí, viene el novio' ¡Así que ven, Señor Jesús!”