“En tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre” (Salmos 16:11).
Los cristianos están cada vez más insatisfechos con la forma en que están las cosas en el mundo y en la iglesia. Estos santos están diciendo: “¡Dios tiene algo más para nosotros! Él nos está llamando para que lo conozcamos mejor y nosotros queremos caminar en obediencia a ese llamado”. Ellos están comenzando a ayunar y orar en su búsqueda de una mayor profundidad espiritual.
Cuando el Señor quiere tocarte sobrenaturalmente, él agitará tu nido. Una inexplicable inquietud divina vendrá sobre ti y te perderás el interés en gran parte de lo que has estado haciendo en la vida. Todos tus logros te dejarán con un vacío e insatisfecho; y sentirás una necesidad profunda e insatisfecha en tu espíritu.
La marca de este trato sobrenatural es un corazón hambriento. Cada vez que despiertes, tu corazón se extenderá a él y sus pensamientos siempre estarán en tu mente. Dios quiere que te deshagas de las cosas de este mundo y encuentres tu plenitud en él.
¿Tiene tu alma hambre por más del Espíritu Santo en tu vida? ¿Sientes su llamado a un caminar más profundo con Dios? Si es así, ponle fin a la guerra dentro de tu corazón, cediéndole todo al Maestro. Podrás conocer la verdadera paz y la felicidad en el momento en que dejes de esforzarte para adquirir un mayor éxito o más “cosas” para satisfacer tu ego. No busques más que a Jesús, y tu vida tendrá un nuevo significado. La ansiedad desaparecerá, la ambición mundana morirá y tus ojos espirituales se abrirán a la verdad.
Cuando el Espíritu Santo te dé conocimiento revelado, experimentarás verdaderas riquezas en Cristo Jesús. Despertarás cada mañana con un gozo desbordante y tu alma gritará: “He hallado lo que mi alma ha estado anhelando. Reposo, hermoso reposo en mi Señor”.