El Secreto de la Fortaleza Espiritual

David Wilkerson (1931-2011)

“¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40:28-31).

Estas son palabras poderosas del profeta Isaías. En este momento el mundo parece estar temblando y el pueblo de Dios necesita saber cómo mantener sus fuerzas en medio de todo ello. Acercarse a Dios en tiempos de crisis es necesario para mantener la estabilidad y la eficacia.

El salmista David dice: “¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, Que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres! En lo secreto de tu presencia los esconderás de la conspiración del hombre; los pondrás en un tabernáculo a cubierto de contención de lenguas” (Salmos 31:19-20).

¡Esto es profundo! David nos está diciendo, en esencia: “Toda verdadera fuerza proviene de acercarse al Señor. De hecho, la medida de nuestra fuerza es proporcional a nuestra cercanía a él”. En pocas palabras, cuanto más cerca estemos de Jesús, más fuertes seremos. De hecho, toda la fuerza que necesitamos vendrá a través de nuestra vida secreta de oración.

El enemigo de tu alma quiere que te quedes sin fuerzas y usará todo lo que pueda, incluso cosas “buenas”, para evitar que pases tiempo a solas con Jesús. Él sabe que el tiempo que pasas con el Salvador te permite soportar el temor y la ansiedad, incluso en esta época preocupante. Nos enfrentamos a tiempos difíciles y nos encaminamos a cambios increíbles.

Cada uno de nosotros debe preguntar: “¿Qué tan cerca estoy de Jesús en esta hora?” Pasa tiempo a solas con él todos los días y busca su rostro en oración. Él promete oír cada clamor tuyo y saciar todas sus necesidades.