EL DESAFÍO DEL SEÑOR

David Wilkerson (1931-2011)

“El que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo” (1 Juan 5:10).

Considera todos los terribles pecados de Israel cometidos en el desierto: Murmuración, queja, idolatría, ingratitud, rebelión, sensualidad. Sin embargo, ninguno de éstos provocó la ira de Dios tanto como su incredulidad. “Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me creerán, con todas las señales que he hecho en medio de ellos?” (Números 14:11).

Dios estaba diciendo: “Este pueblo hace ver como si fuera mentira todo lo que he yo he hecho por ellos. He realizado milagro tras milagro y los he librado vez tras vez. ¿Cuándo, finalmente, confiarán y descansarán en mí?”

Detente por un momento y piensa en todas las cosas que Dios ha hecho por ti: Él te ha guardado, ha contestado tus oraciones, te ha acompañado en todas sus crisis. Él te ha sacado de todas tus pruebas, ha hecho por ti, cosas que no son menos que milagrosas.

Durante treinta y ocho largos años, Israel olvidó la Palabra de Dios y desechó sus milagros. Y debido a que caían tan a menudo en murmuraciones e incredulidad, Dios dijo: “Yo los heriré de mortandad y los destruiré” (14:12). Él le dijo a Moisés: “¡Estoy muy disgustado con mi pueblo porque nunca llegarán a confiar en mí!”

Cuando Israel se encontraba en el lado victorioso del Jordán, Moisés hizo una declaración solemne: “Mira, Jehová, tu Dios, te ha entregado la tierra: sube y toma posesión de ella…No temáis ni tengáis miedo de ellos. Jehová, vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, peleará por vosotros” (ver Deuteronomio 1:21, 29-30).

“No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). Lánzate en una complete fe en la Palabra escrita de Dios. Acepta el desafío de Señor de vivir y morir por su Palabra.