EL CLAMOR NO PRONUNCIADO DE UN CORAZÓN QUEBRANTADO

David Wilkerson (1931-2011)

El Salmo 56 está dirigido a aquellos que han sido heridos, ya sea por familiares, amigos o por las palabras y acciones de los impíos. Es una palabra para aquellos que aún aman al Señor, pero que derraman lágrimas y llevan cargas que parecen ser más pesadas cada día.

Algunos creyentes se despiertan todos los días bajo una nube de miedo y desesperación. Pueden sentirse aplastados y asustados por problemas financieros. Otros enfrentan serias batallas de salud y dolor insoportable, mientras que otros se afligen por los miembros de la familia que están en problemas profundos, tal vez en rebelión contra el Señor.

Escucha la bendita Palabra de Dios dirigida a ti en tu hora de necesidad:

  • Salmos 56:3: En el día que temo, yo en ti confío.
  • Salmos 56:4: En Dios alabaré su palabra; en Dios he confiado; no temeré; ¿qué puede hacerme el hombre?
  • Salmos 56:8: Mis huidas tú has contado; pon mis lágrimas en tu redoma; ¿no están ellas en tu libro?
  • Salmos 56:9: El día en que yo clamare; Esto sé, que Dios está por mí.
  • Salmos 56:13: Porque has librado mi alma de la muerte, y mis pies de caída,
  • para que ande delante de Dios en la luz de los que viven?

Estas son palabras ungidas del Espíritu de Dios. El Señor sabe todo sobre tus luchas y tu dolor. Él conoce cada detalle de tu situación, y escucha incluso el clamor no pronunciado de tu corazón quebrantado.

Presta atención a las palabras que se nos han dado: “Cada vez que tenga miedo, confiaré en ti”. Tu clamor y tus oraciones han sido oídos por el Señor e incluso ahora él está haciendo su obra secreta de liberación detrás de la escena. Hasta que veas la respuesta, él te dará misericordia y fortaleza.