EL ANHELO DE CRISTO DE TENER COMUNIÓN

David Wilkerson (1931-2011)

Cuando Jesús se dirigió hacia Galilea, llegó al pozo de Jacob en Samaria, donde se detuvo para descansar de su viaje. Cuando sus discípulos fueron a comprar comida, una mujer samaritana vino al pozo para sacar agua y Jesús le hizo un simple pedido: “Dame de beber” (Juan 4:7).

Las palabras de Cristo a esta mujer comenzaron una larga conversación y durante su conversación, ella se sorprendió de las cosas que él le dijo. Finalmente, ella dijo: “Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo” (Juan 4:25-26).

Los discípulos regresaron y se sorprendieron al encontrar al Maestro profundamente absorto en la conversación con esta samaritana. Se dispusieron a preparar la comida y cuando la comida estuvo lista, la mujer regresó rápidamente a la ciudad. Le dijeron a Jesús: “Rabí, come” (4:31); y Jesús respondió con esta desconcertante afirmación: “Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis” (4:32).

Jesús les estaba diciendo que él había sido alimentado con una comida que no era de este mundo y que estaba completamente lleno. Él explicó: “Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra” (4:34). De la misma manera, debemos considerar la obra del reino de Dios, respecto a ser testigos, dar testimonio y ganar almas. Jesús realizó esta tarea con la mujer samaritana, ya que la Biblia dice que ella creyó que él era el Mesías. Ella les dijo a sus amigos: “Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?” (4:29).

La necesidad que tenía Cristo de tener comunión, se estaba cumpliendo mientras hablaba con esta mujer. Jesús dijo: “Todo lo que pedí fue un trago de agua, pero ella me trajo un corazón sincero y de búsqueda. Este tipo de comunión es comida para mí”.

Jesús quiere tener tiempo de calidad contigo todos los días. Cada vez que esperas en él, él promete hablarte, así que espera en su presencia hasta que escuches su voz desplegando su corazón hacia ti.