DOS SIMPLES PAUTAS PARA DEPENDER DE DIOS

David Wilkerson (1931-2011)

No hay una fórmula para vivir en total dependencia del Señor, pero hay pautas simples que puedes considerar. En primer lugar, debes estar convencido de que el Señor está ansioso y dispuesto a hacer que tú conozcas su voluntad, incluso en los detalles más pequeños de tu vida. El Espíritu Santo que permanece en ti conoce la voluntad de Dios para ti y él te guiará, te conducirá y te hablará.

“Cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad ... El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber” (Juan 16:13-14). Jesús nos está diciendo que el Espíritu Santo nos transmitirá la mente y la voluntad de Dios. “Al oír la voz de tu clamor te responderá ... tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él” (Isaías 30:19, 21).

Puedes estar en medio de una aflicción o sufrimiento como resultado de una decisión apresurada. El Señor te promete: “Tu oído interno oirá a mi Espíritu diciéndote: Vé por ese camino. Haz esto. No hagas aquello”.

Segundo, debemos orar con una fe inquebrantable por el poder para obedecer la dirección de Dios. La Escritura dice: “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor” (Santiago 1:6-7).

Cuando Dios nos dice que hagamos algo, necesitamos el poder para mantener el rumbo y obedecerlo completamente. Satanás y la carne siempre sembrarán dudas y preguntas; y necesitamos fuerza del cielo para no decir “sí” a una situación a la que Jesús ha dicho “no”.

Cuando no estés seguro de reconocer la voz de Dios, acércate a él con fe. Orar, rogar, llorar no son suficientes si no crees que el Espíritu Santo te va a guiar. Dios no engaña a su pueblo y él hará que su voluntad te sea clara cuando lo busques.