Como padres, recordemos que es ante todo en nuestro hogar donde nuestros hijos recibirán las enseñanzas más significativas de sus vidas al vernos vivir, gestionar y resolver nuestros conflictos y también al observar la forma en que actuamos entre nosotros.
Uno de los grandes problemas en nuestra búsqueda de la unidad dentro de nuestras familias es nuestra capacidad para manejar los conflictos. Con demasiada frecuencia, las familias se encuentran en uno de dos extremos.
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• Aquellos que huyen de todas las formas de conflicto y viven perpetuamente en el silencio, creyendo erróneamente que abordar un problema demuestra falta de amor.
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• Aquellos que se empantanan en un conflicto contundente con la culpa y las palabras hirientes, amplificando sistemáticamente problemas aún menores sin respiro o la posibilidad de esperanza y resolución.
El apóstol Pablo es muy directo al tratar este tema complejo y a veces tenso del manejo de conflictos. Ya no debemos ser niños, pero debemos aprender a decir la verdad con amor para crecer. Entonces, la pregunta que el Espíritu te hace es esta: “¿He crecido? ¿He progresado en mi capacidad para mantener la calma y resolver conflictos desde que comencé a andar con Dios? ¿He progresado en mi capacidad de perdonar?"
Si le preguntaran a tu cónyuge e hijos, cómo manejas los conflictos, ¿qué dirían de ti? "Papá tiene un temperamento fuerte… Mamá a menudo critica a los demás… ”
¿O dirían: “Mi esposo, mi esposa, mi padre, mi madre no son perfectos, pero los he visto progresar a lo largo de los años. No devuelven mal por mal; buscan y traen la paz. El sol no se pone sobre su enojo. No permiten que los rencores se arraiguen en ellos mismos”?
Ya no debemos ser niños inmaduros. Ya no debemos mentir para no tener que lidiar con problemas. Debemos aprender a crecer en todos los aspectos de nuestra vida. Como dice la Escritura: “Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo” (Efesios 4:14-15).
Queridos creyentes, amemos a nuestras familias y los unos a los otros aprendiendo a hablar la verdad con gracia y amor.
Claude Houde es el pastor principal de Eglise Nouvelle Vie (Iglesia Vida Nueva) en Montreal, Canadá. Bajo su liderazgo, la Iglesia Nueva Vida ha crecido de unos cuantos asistentes a más de 3500, en una parte de Canadá en la que hay muy pocas iglesias protestantes exitosas.