Siendo Enseñados por Dios

David Wilkerson (1931-2011)

Pablo dijo: “En él vivimos, y nos movemos, y somos” (Hechos 17:28). Hombres y mujeres de Dios viven dentro de este pequeño círculo. Su vida, cada uno de sus movimientos, está envuelto únicamente en los intereses de Cristo.

Para conocer nada más que a Cristo, debe haber un flujo continuo de revelación del Espíritu Santo. Si el Espíritu Santo conoce la mente de Dios, entonces ese pozo de agua que fluye debe ser una revelación continua e interminable de Cristo. Le espera a todo siervo del Señor que esté dispuesto a esperar en el Señor en silencio, creyendo con fe y confiando en que el Espíritu Santo manifestará la mente de Dios.

Hoy necesitamos de su palabra infalible, revelación verdadera y viva. Samuel tenía esa palabra de Dios, e Israel la sabía. Cuando Samuel habló, de todas las voces en la tierra, la suya atravesó y ninguna palabra cayó al suelo.

Hoy multitudes están tratando de escudriñar todas las voces para oír la clara palabra de Dios. Los santos de Dios se están cansando de un aluvión de voces mientras encuentran solo unos pocos granos de verdad. Tú también podrías estar en un lugar oscuro en este momento. ¡Solo Cristo es la luz! Esa sola luz disipa la oscuridad.

Pedro dijo: “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones” (2 Pedro 1:19).

Pablo dijo: “Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo” (2 Corintios 4:6).

Juan dijo: “Su reino [el de Satanás] se cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas” (Apocalipsis 16:10).

Tus buenas obras no disiparán esa oscuridad y nuestra predicación sobre temas sociales tampoco la atravesará. Ninguna de tus experiencias personales lo hará. Iré un paso más allá para decir que incluso atar los poderes de las tinieblas no funcionará sin que brille la luz de Cristo. ¡Toda la oscuridad se desvanece a la luz de la gloria de Dios! Estudiemos a Cristo a solas en el lugar secreto. Servimos al mismo Dios y somos instruidos por el mismo Espíritu Santo como todos los demás que han conocido a Cristo en plenitud.