Nuestra Ayuda es el Señor

David Wilkerson (1931-2011)

¿Cómo salir de la trampa del pecado que nos asedia? ¿A quién le clamas: “Quiero recuperar mi libertad”? 

Imagínate como un pájaro en la trampa del cazador. Quédate quieto. No agites tus alas; no luches. Hay un secreto de liberación para ti y no es complicado. “Nuestro socorro está en el nombre de Jehová, que hizo el cielo y la tierra” (Salmos 124:8). 

¡Qué maravillosa promesa! Tu escape a la libertad está en el increíble, glorioso y todopoderoso nombre de Jesucristo. Todo lo que tienes que saber es que él está de tu lado. Él no está enojado contigo por haber caído en la trampa. Él no está en tu contra. Él escucha tu clamor porque ni un gorrión cae al suelo sin que él lo sepa.

Esto es lo que el pájaro de la libertad canta para sí: “Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré. Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora…. Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré” (Salmos 91:2-3,14-15). 

Ten la seguridad, amado, que Dios te librará. No importa cuál sea tu fracaso, tus dificultades, tu trampa, él está de tu lado. Quédate quieto y mira tu salvación. Incluso si eres débil, puedes clamar a él porque él promete venir y romper la red. Él ha venido para sacarte de tu desesperación, romper todo lo que te ata y liberarte.

“A no haber estado Jehová por nosotros, cuando se levantaron contra nosotros los hombres, vivos nos habrían tragado entonces, cuando se encendió su furor contra nosotros. Entonces nos habrían inundado las aguas; sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente; hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas impetuosas. Bendito sea Jehová, que no nos dio por presa a los dientes de ellos” (Salmos 124:2-6).