Llegando a Conocer al Padre

David Wilkerson (1931-2011)

Creo que nuestros hijos naturales llegan a conocer más nuestra naturaleza y carácter hacia ellos durante sus momentos de crisis. Cuando están en medio del dolor, el sufrimiento y la necesidad, reconocen nuestro profundo cuidado y provisión para ellos.

Cuando mis hijos estaban creciendo, yo no tenía que sermonearlos sobre cómo soy. Nunca tuve que decir: “Soy tu padre. Soy paciente, bondadoso, lleno de misericordia y bondad hacia ti. Soy compasivo contigo, listo para perdonarte en todo momento”. Habría sido ridículo para mí hacer este tipo de proclamación. ¿Por qué? Mis hijos aprendieron acerca de mi amor por ellos durante sus experiencias de crisis. Ahora, cuando crecen y se casan y tienen hijos propios, mis hijos e hijas me están conociendo a través de un conjunto completamente nuevo de experiencias. Están aprendiendo aún más sobre mí por mis actitudes y acciones hacia ellos en este nuevo momento de necesidad en sus vidas.

Lo mismo ocurre con nosotros cuando llegamos a conocer a nuestro Padre celestial. Desde el tiempo de Adán hasta la cruz de Cristo, el Señor le dio a su pueblo una revelación siempre creciente de su carácter. Él no hizo esto simplemente proclamando quién es él. No trató de revelarse simplemente anunciando: “Los siguientes nombres describen mi naturaleza. Ahora ve y apréndete esto y descubrirás quién soy”.

Las expresiones hebreas y los nombres de Dios describen las maravillosas glorias y provisiones que están envueltas en la naturaleza de nuestro Señor. Sin embargo, Dios reveló estos aspectos de su naturaleza a su pueblo al hacer por ellos lo que prometió. Vio las necesidades de sus hijos, previó la estrategia del enemigo contra ellos e intervino sobrenaturalmente a favor de ellos.

Te insto a que conozcas a tu Padre celestial poco a poco, intencionalmente, con el corazón. Pídele al Espíritu Santo que te recuerde las muchas facetas de la provisión celestial que Dios te ha dado durante tus momentos de necesidad. Pídele al Espíritu Santo que levante en ti un verdadero conocimiento de corazón del YO SOY, el Dios que es todo lo que necesitas en todo momento.