La Receta de Jesús para la Felicidad

Tim Dilena

Según un estudio realizado conjuntamente por la Organización Mundial de la Salud y la Facultad de Medicina de Harvard, y basado en más de 60.000 entrevistas cara a cara en todo el mundo, el país más rico, Estados Unidos, tiene la gente más triste y es considerado uno de los lugares más infelices en la tierra.

¿Las personas más felices del planeta? nigerianos, y tienen uno de los niveles de vida más bajos. Sin embargo, no creo que los nigerianos tengan el mercado en la esquina. Los creyentes sí.

En Mateo 5, Jesús nos da su receta sobre cómo tener felicidad. “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:3-10).

Esto no es lo que dice Jesús en el Sermón del Monte: Vive así y te volverás cristiano. Eso es imposible. Lo que está diciendo es esto: Porque eres cristiano, puedes vivir así y experimentar la felicidad.

La felicidad se encuentra en el carácter, no en las posesiones. Cada una de estas bienaventuranzas es algo interno, no externo; algo que eres, no algo que tienes.

Dios nunca te pediría que hagas o seas algo que no es posible. Dios nunca hace que su Palabra, sus promesas o sus desafíos sean inalcanzables. Dios nunca nos dirige a calles sin salida, pero siempre deja un espacio de dependencia. No puedes practicar las bienaventuranzas sin Dios. Lo que significa que no puedes ser feliz sin Dios.

Estas bienaventuranzas no son naturales para nosotros. Necesitamos que Dios nos las inculque y nos dirija. Si buscamos a Dios para que nos ayude, Él lo hará. ¿Tu quieres ser feliz? Jesús nos muestra el camino. Puede tomar un poco de esfuerzo llegar allí, pero es factible con Jesús a nuestro lado, ayudándonos. Los comprometidos están dispuestos a romper con su pensamiento religioso y abrazar el pensamiento del Reino. Eso nos trae verdadera y definitiva felicidad.