La Marca del Amor Sincero

Gary Wilkerson

¿Qué dice Pablo?: “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve” (1 Corintios 13:1-3).

Claramente, era un llamado a poner a las personas por encima de los proyectos. Era un llamado a poner el amor por encima de los logros. Era un llamado a poner los planes en un lugar apropiado, fuera del ámbito de lo que Dios quiere que sea la iglesia.

No era un llamado al crecimiento; era un llamado al amor. No era un llamado solo para hacer el trabajo del ministerio; era un llamado a darse cuenta de que la obra ministerial más grande de todas es amarnos unos a otros y amar a los que están perdidos y sin Jesús. No va a ser de corazón frío o simplemente seguir el tipo de pasos del discipulado. Va a ser un fuego de pasión en tu corazón. Va a ser el celo en un corazón que tiene ese fuego por Dios.

No será ambición. No será presión. Será Jesucristo amándote tan ricamente que ese amor impregna todo tu corazón y comienza a ser derramado en otras personas. Estas cosas son la marca de la verdadera fe, como Pablo le escribió a Timoteo: “Trayendo a la memoria la fe no fingida” (2 Timoteo 1:5). Esta frase “no fingida" proviene de dos palabras griegas diferentes.

Una es una palabra que usaban en el teatro; jugar a actuar, montar un espectáculo. La palabra original para "hipócrita" era alguien que estaba representando un papel.

La segunda palabra griega que va delante, significa "nada", en otras palabras, nada actor. No realizar una actuación. No tratando de aparentar ser un discípulo, sino realmente siendo uno. No tratando de parecer religioso, sino siendo lleno del espíritu. No intentando hacer buenas obras para que otros las vean.

Si realmente andamos en fe, amaremos sinceramente.