Es la Batalla del Señor

David Wilkerson (1931-2011)

No importa en qué tipo de problema te encuentres, simplemente no podrás salir de él por tus propias fuerzas.

Para entender cómo Dios nos libra de las aflicciones, debemos estudiar cómo libró a Israel de su esclavitud. La Biblia dice: “Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros” (1 Corintios 10:11).

Todo lo que le sucedió a Israel (su esclavitud, sus pruebas y su liberación de Egipto) son testimonios y ejemplos para nosotros hoy. El Señor le dijo a Moisés: “Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos…” (Éxodo 3:7-8).

La Palabra de Dios dice claramente aquí: “Yo conozco sus dolores”. Amados, si eso no les da consuelo en su aflicción, nada lo hará. El Señor está diciendo: “Sé por lo que estás pasando, pero esta no es tu batalla. El diablo es demasiado para ustedes, por eso he descendido para librarlos”.

“Yo soy JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes; y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto. Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando” (Éxodo 6:6-8).

Intenta todo lo que quieras para librarte a ti mismo, sueña, maquina y manipula; pero al final, Dios dice: “¡Ésta es mi obra!”

Cuando David vino contra el gigante, él dijo: “Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla” (1 Samuel 17:47). David no tomó el asunto en sus propias manos y dijo: “Voy a hacer de tripas corazón y haré esto en mi propia fuerza”. ¡No! Sabía que ésta era la batalla del Señor.