Saludos en el Precioso Nombre de Cristo

David Wilkerson (1931-2011)

Justo cuando me preparaba para escribir este mensaje, el Espíritu Santo me habló claramente: “Edifica al pueblo. Bendícelos con mi Palabra”. Le respondí: “Señor, me encantaría, pero ¿qué quieres decir? Tú debes grabar profundamente en mi espíritu la palabra adecuada para estos tiempos”.

Esto es lo que recibí del Señor. Espero que lo reciban y sean verdaderamente edificados. Tal vez seas tú mismo a quien Dios ha preparado para recibir tal palabra de aliento en este momento en particular.

  • • Dios desea que creas lo que él te ha dicho, especialmente sobre la sanidad y la guía.

“El oficial del rey le dijo [a Jesús]: Señor, desciende antes que mi hijo muera. Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue” (Juan 4:49-50).

  • • El Señor va a responder al clamor de tu corazón de acuerdo a la multitud de sus tiernas misericordias. Su tiempo es perfecto, así que ten paciencia. “Respóndeme, Jehová, porque benigna es tu misericordia; mírame conforme a la multitud de tus piedades. No escondas de tu siervo tu rostro, porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme. Acércate a mi alma, redímela; líbrame a causa de mis enemigos” (Salmos 69:16-18).

En este pasaje, debes sustituir “poder demoníaco” por “enemigos”. Tu verdadero enemigo es Satanás, quien odia tu continua hambre de caminar más cerca del Señor.

  • • Esta es una palabra muy específica para ti personalmente. Sí, varias personas recibirán esta misma palabra en mi mensaje aquí, pero el Espíritu Santo tiene una forma de aplicar la Palabra de Dios de diferentes maneras a muchos creyentes.

Anda al Salmo 145. Antes de leerlo, ora para que el Espíritu Santo te hable directamente en uno o dos versículos. Yo sé que el Señor habló a mi corazón, que vas a ser edificado en el Salmo 145.

(El versículo 14 es uno que me fue señalado, pero el Espíritu puede señalarte otros).

Que Dios te dé mucho del poder del Espíritu Santo para resistir al diablo y hacerlo huir.