¡Dios permite tus pruebas porque quiere hacerte “a prueba del diablo”! Eso no significa que no volverás a ser atacado, pero serás entrenado para resistir. Todo es parte de su preparación para un mayor servicio, una mayor unción y utilidad en su reino.
Además, el Señor está tratando de fortalecerte contra las artimañas del diablo. Él está levantando un cuerpo de creyentes que se han enfrentado al diablo, que han sido fortalecidos contra él, que conocen sus artimañas y no le temen. Dios está diciendo: “Una vez que comprendas por qué estás pasando por esto, habrás recuperado todo el terreno que perdiste. Volverás a tener el control por el poder del Espíritu Santo”.
Una vez que terminó la prueba de Elías (ver 1 Reyes 19), él nunca volvería a huir. Ahora tenía un sentido de dirección y su espíritu estaba seguro. Dios estaba a punto de enviarlo a las naciones para levantar reyes, líderes y profetas.
Dios le dijo a Elías: “Ve, vuélvete por tu camino… y ungirás a Hazael por rey de Siria… a Jehú... ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo... ungirás para que sea profeta en tu lugar” (1 Reyes 19:15-16). A Elías se le había dado un nuevo poder de unción. Él tenía el control nuevamente. “Y se fue de allí” (1 Reyes 19:19). Elías salió de la cueva para hacer la voluntad de Dios. Él no tuvo que derramar un río de lágrimas. No, simplemente él había escuchado la Palabra del Señor.
Amado, el único control que el diablo puede tener sobre ti es el temor, ¡y debes librarte de él con fe! Tienes que decir: “No voy a caer. Dios me va a dar una unción fresca del cielo. Él me va a usar”.
¿Crees que Dios no ha terminado contigo, que te está enseñando y entrenando para cosas mejores? Él quiere hablarte en tu cueva de abatimiento. Quiere decirte qué hacer y adónde ir, y quiere sacarte a la luz. ¡Levántate de tu desesperación y libérate de las ataduras del miedo y la depresión! Sal de tu cueva. Descubrirás que en el momento en que te levantes y salgas, la unción fluirá.