El Señor es Nuestra Paz

David Wilkerson (1931-2011)

Conocer y creer en el carácter de Dios como se revela a través de sus nombres, provee una gran protección contra el ataque enemigo. Dios declaró a Israel a través de su profeta: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento” (Oseas 4:6). La implicación aquí es poderosa. Dios nos está diciendo que tener un conocimiento íntimo de su naturaleza y carácter, como se revela a través de sus nombres, es un poderoso escudo contra las mentiras de Satanás.

Esto nos trae a otro de los nombres de nuestro Señor: Jehová Shalom. Hallamos este nombre mencionado en el libro de Jueces. Aquí el Señor se reveló a Gedeón en forma de ángel (ver Jueces 6:22-24). ¿Qué significa exactamente este nombre, Jehová Shalom? Como sustantivo, la palabra hebrea ´shalom´ significa “llenura, salud, bienestar”. Como verbo, ´shalom` significa ser completo o hacer las paces. Implica estar completo y en armonía con Dios y el hombre, tener relaciones sanas. También indica un estado de tranquilidad, paz interior y exterior, tanto espiritual como emocional. En resumen, shalom significa plenitud en una vida o trabajo.

Una vez más, me veo impulsado a preguntar: "¿Qué tiene que ver este nombre particular de Dios conmigo y con la iglesia de hoy?"

´Shalom´ no se puede ganar. Nunca recibiremos el ´shalom´ del Señor hasta entender: “Este es un asunto serio. Estoy tratando con Dios Todopoderoso, creador y sustentador del universo. ¿Cómo puedo seguir tomándolo por sentado? ¿Por qué aún pongo a prueba su gracia, viviendo con esta lujuria como si él fuera sordo y ciego a mis actos secretos?”

¿Tiemblas ante la Palabra de Dios? ¿Estás listo para obedecer todo lo que dice? Si es así, recibirás la revelación de Jehová ´Shalom´. Él vendrá a ti personalmente como “el Señor, tu paz”, llenando tu espíritu de fuerza sobrenatural contra todo enemigo.

Esto es lo que Cristo estaba ofreciendo a sus discípulos cuando dijo: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). No puedes ganar este tipo de paz. Es puramente un regalo de Dios que llega a los corazones dispuestos de sus siervos.