El Amor de Dios Brilla sobre Ti

David Wilkerson (1931-2011)

Estas palabras de Jesús tocan mi alma: “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas” (Mateo 6:31-32).

Jesús está advirtiendo sobre la tendencia pagana a preocuparse. Él nos dice que la preocupación por nuestro trabajo, familia, futuro o supervivencia es una forma de vida pagana. Es la actitud de los que no tienen un Padre celestial. Ellos no conocen a Dios como él desea ser conocido, como un Padre celestial cariñoso, proveedor y amoroso. Para todos los que creen, no es suficiente conocer a Dios solo como el Todopoderoso, el Creador, el Señor de todo. Él también quiere que lo conozcamos como nuestro Padre celestial.

“Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal” (Mateo 6:34). Con estas claras palabras, Jesús nos ordena: “No le des un solo pensamiento, ni una sola preocupación, a lo que pueda o no pueda suceder mañana. No ayuda en nada la preocupación. Cuando te preocupas, solo estás haciendo lo que hacen los paganos”.

Debemos seguir amando a Jesús. Debemos seguir adelante, echando todas nuestras ansiedades sobre él, descansando en su fidelidad. Nuestro Padre celestial se encargará de que seamos provistos de todas las cosas esenciales de la vida.

Yo me pregunto si los ángeles están desconcertados por toda la preocupación y ansiedad de los que dicen confiar en el Señor. Para esos seres celestiales, debe parecer un insulto a Dios que nos preocupemos como si no tuviéramos un Padre atento en el cielo. Los ángeles deben hacerse entre sí preguntas desconcertantes, como: “¿No saben que el Padre nos envía para cuidarlos en tiempos de peligro? ¿Cómo pueden inquietarse y preocuparse cuando saben que Dios posee todo el poder, toda la riqueza y puede suplir las necesidades de toda la creación? ¿Cómo pueden acusar a su Padre celestial de negligencia como si él no fuera fiel a su Palabra?”

Los pájaros cantan, mientras nosotros nos quejamos y hablamos del temor y la ansiedad. Los lirios del campo se alzan en su gloria, mientras nosotros nos marchitamos y nos inclinamos ante el mínimo viento de adversidad. Definitivamente tienes un Padre celestial. ¡Confía en él!