Dios Nos Da la Salida

Gary Wilkerson

El Espíritu de Cristo vive en nosotros y el poder de Dios obra a través de nosotros incluso en nuestras tentaciones. Sabemos esto porque la Biblia dice claramente: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Corintios 10:13).

Me encanta lo que dice Pablo aquí, que Dios proveerá la salida.

Hoy vivimos en una cultura que no quiere creer que Cristo es la única salida. Oprah tiene su salida, el Dr. Phil puede mostrarte otra salida y una determinada clínica puede mostrarte su salida; pero la Biblia no dice que Jesús sea una de las muchas salidas. Cristo dice claramente: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida" (Juan 14:6).

Cuando Dios dice que proveerá, ¿recuerdas algún pasaje del Antiguo Testamento que hayas oído antes? ¿Recuerdas la historia de Abraham cuando estaba subiendo al monte para sacrificar a Isaac? Él tuvo la fe para decir: “Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío” (Génesis 22:8). Dios ciertamente provee un sacrificio, "Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto” (Génesis 22:14). Este era el mismo lugar donde Salomón construiría el templo del Señor, donde Dios proveyó un lugar para que su pueblo se reuniera con él.

Los israelitas a lo largo del Antiguo Testamento tratarían de encontrarse con Dios en otros lugares, tratarían de encontrar otras salidas para sus problemas, pero nunca les funcionó.

Cuando finalmente decimos: “Mi sacrificio no es suficiente. Mi camino no es el correcto" y sigamos el camino de Dios, tendremos su provisión obrando en nosotros. Ningún hombre puede ser limpio de sus pecados sin Jesús. Ninguna mujer puede vivir una vida justa sin la justicia imputada de Cristo.

Puedes vencer cualquier tentación en tu vida ahora mismo. Puedes superarlo porque Dios ha provisto la salida. Nuestro Salvador nos da la vida que necesitamos para vivir la clase de justicia que exige la ley de Dios.