Dedicados a Jesús

David Wilkerson (1931-2011)

Permítanme ofrecerles lo que yo llamo “la vida dedicada de los viajeros y los usuarios del metro”. Es una manera sencilla para que los cristianos ocupados lleven una vida práctica, profundamente devota y sin nada místico.

La devoción a Jesús significa confiar únicamente en que él satisfará cada necesidad de tu cuerpo, alma y espíritu. Significa dejar de buscar en cualquier otra persona o fuente para saciar esas necesidades. Muchas personas solteras dicen: “Estoy harto de sentirme solo. Necesito un compañero. ¡Si tan solo Dios me diera a alguien!”

No, una pareja nunca podría satisfacer tal necesidad. De hecho, una pareja podría hacerte sentir el doble de miserable porque no sólo tendrías tus propios dolores de cabeza sino también los de él o ella. Hasta que Jesús sea tu centro de atención, hasta que lo veas como tu única satisfacción verdadera, te hundirás más y más en la desesperación.

En un momento, Jesús quería demostrarles a sus discípulos que él estaba por encima de cualquier situación, así que llamó a Pedro para que saliera de la barca y caminara sobre el agua para encontrarse con él. Pedro obedeció; y mientras permaneciera enfocado en Jesús, él estaba por encima de todo, caminando realmente sobre el agua. Sin embargo, cuando el discípulo comenzó a concentrarse en su entorno, comenzó a hundirse (ver Mateo 14:28-31).

La lección aquí es elemental. ¿Qué haces cuando tienes esa sensación de hundimiento? ¿Llamas a un amigo para pedir ayuda? ¿O mantienes tus ojos enfocados en Jesús y clamas: “Señor, sálvame”?

La novia de Cristo estará compuesta por aquellos que han dejado de intentar encontrar ayuda, consuelo o satisfacción en cualquier cosa en esta tierra. Han aprendido a depender totalmente de aquel a quien aman para satisfacer plenamente cada hambre y sed.

¿Tienes este tipo de caminar con Jesús? Te insto a que mantengas tus ojos enfocados en tu novio. Espera su regreso en cualquier momento y no esperes que nada ni nadie te satisfaga.