A Jesús se le dio toda autoridad y poder en el cielo y en la tierra. En Juan 13, él estaba listo para ser entregado a los romanos y clavado a la cruz. A través de su resurrección, él se estaba preparando para ascender al cielo y sentarse a la diestra de Dios. Estaba en la perfecta voluntad de Dios, a punto de decretar el momento más grande en la historia humana.
Sin embargo, en este momento crítico, él no da ninguna orden. En cambio, da un ejemplo de humildad. Jesús toma un recipiente y lava los pies de sus discípulos. Era el deber reservado habitualmente a los esclavos que debían lavar los pies de sus amos después de largas jornadas de andar por caminos polvorientos. “Les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis” (Juan 13:12-15). Jesús asume voluntariamente las tareas de un servidor, llamando a sus discípulos y a todos los creyentes de todos los tiempos a seguir sus pasos e imitarlo.
Mi esposa y yo no hemos sido perfectos en esta área, obviamente. Hemos fallado en ocasiones. Sin embargo, siempre hemos elegido confiar en la gracia de Dios y continuar sometiéndonos humildemente al ejemplo de Cristo en las siguientes áreas:
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• Pasión por Dios, por su pueblo y por los que sufren.
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• Generosidad, porque el corazón de Dios tiene una bondad y una generosidad ilimitadas e incondicionales para con nosotros.
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• Fe en nuestra vida de oración y a través de nuestras pruebas, pérdidas, sufrimientos, decepciones y luchas.
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• Fidelidad en nuestros compromisos y fidelidad en nuestra obediencia a la Palabra de Dios.
Jesús sabía que nada es más poderoso que el modelo de nuestras vidas. Si esto era cierto en tiempos de Jesús, lo es aún más hoy. La generación joven se caracteriza especialmente por una política de tolerancia cero para toda la línea de pensamiento: "Haz lo que yo digo y no lo que yo hago". Tu comportamiento hablará más fuerte que los sermones o cualquier consejo en la vida de los demás, particularmente de los jóvenes.
Claude Houde es el pastor principal de Eglise Nouvelle Vie (Iglesia Vida Nueva) en Montreal, Canadá. Bajo su liderazgo, la Iglesia Nueva Vida ha crecido de unos cuantos asistentes a más de 3500, en una parte de Canadá en la que hay muy pocas iglesias protestantes exitosas.