Estaba leyendo Reflexiones sobre los Salmos de C.S. Lewis, y él escribió allí: “No sirve de nada hablar como si el perdón fuera fácil. Todos conocemos el viejo chiste: “Has dejado de fumar una vez; he renunciado a él una docena de veces”. De la misma manera, podría decir de cierto hombre: “¿Lo he perdonado por lo que hizo ese día? Lo he perdonado más veces de las que puedo contar”. Porque descubrimos que el trabajo del perdón tiene que hacerse una y otra vez.
“Perdonamos, mortificamos nuestro resentimiento; una semana después, una cadena de pensamientos nos lleva de vuelta a la ofensa original y descubrimos el viejo resentimiento como si nada se hubiera hecho al respecto. Necesitamos perdonar a nuestro hermano setenta veces siete, no solo por 490 ofensas, sino por una ofensa”.
¿Cuántos de ustedes saben que esto es cierto? Hay momentos que van a provocar viejos dolores. Vas a escuchar algo, alguien va a mencionar algo y te traerá un recuerdo.
En esos momentos, tengo que pasar 490 veces sobre el tema, diciendo: “Perdono eso. Perdono eso. Perdono eso”. ¿Por qué lo perdono? Porque Dios me ha perdonado. Esa es mi motivación. Puedo perdonar 490 veces porque me han perdonado tanto. Tengo la capacidad de cubrir una herida porque Dios dice que puedo. Ahora, a veces puedo perdonar un asunto, pero aún así, necesito enfrentarlo.
¿Cuántos de ustedes conocen este versículo “Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18:20)?
¿Cuántos de ustedes saben que Jesús no nos estaba dando un versículo por mala asistencia a la iglesia? Oí que ese versículo se usa más en reuniones de oración y servicios religiosos con poca asistencia que en cualquier otro lugar, pero Jesús no dijo: “Oye, cuando tienes una reunión de oración y solo haya 10 personas, solo di estas palabras mágicas. “Nada más lejos de la verdad. El contexto lo es todo. ¿Sabes cómo empieza ese pasaje? “Si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos” (Mateo 18:15). Luego Jesús recorre el campo del perdón sobre cómo lidiar con el pecado.
Básicamente, estaba diciendo: “Veo la reconciliación como algo tan importante y poderoso que apareceré para ver a los hermanos y hermanas volver a mí y a una comunidad saludable”. Si tienes un corazón para reconciliar una relación rota o dañada, para perdonar 490 veces si es necesario, Jesús dice: “Mi presencia estará allí”.
Después de pastorear una congregación en el interior de Detroit durante 30 años, el pastor Tim sirvió en el Tabernáculo de Brooklyn en la ciudad de Nueva York por cinco años; y pastoreó en Lafayette, Luisiana por cinco años. Él fue nombrado pastor principal de la Iglesia Times Square en mayo de 2020.