¿Cómo nos Volvemos más Fuertes?

David Wilkerson (1931-2011)

Siempre que surge oposición, la gracia de Dios se levanta en nosotros. Piensa en lo que le sucede a un árbol cuando una gran tormenta lo golpea violentamente. El viento amenaza con arrancar el árbol y llevárselo. Rompe ramas y vuela sus hojas. Afloja sus raíces y vuela sus cogollos. Cuando pasa la tormenta, las cosas parecen no tener esperanza.

Sin embargo, mira más de cerca; la misma tormenta que abrió grietas en la tierra alrededor del tronco del árbol, ayudó a que las raíces fueran más profundas. El árbol tiene acceso a fuentes nuevas y más profundas de nutrición y agua. Ha sido despojado de todas sus ramas muertas. Es posible que los cogollos hayan desaparecido, pero otros volverán a crecer más plenamente. Ese árbol ahora es más fuerte y crece de formas inadvertidas. Espera hasta la cosecha porque dará muchos frutos.

Quizás estés en una tormenta ahora mismo. El viento sopla fuerte, te sacude con violencia y crees que te estás hundiendo. Amado, ¡que no cunda el pánico! Debes saber que en medio de la tempestad, estás echando raíces espirituales profundas. Dios está desarrollando en ti una humildad cada vez más profunda, un mayor lamento y dolor por el pecado, un mayor hambre por su justicia.

Pablo dice: “No solo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia” (Romanos 5:3, NVI).

En 2 Corintios 4:16-17, leemos: “Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria”. La palabra "produce" en este versículo es la misma que se menciona en Romanos 5:3.

Dios te está convirtiendo en un experimentado soldado de la cruz, marcado por la batalla, pero inteligente y valiente. Puede que a veces te desanimes, pero el Señor nunca lo hace. El hecho es que él podría haber actuado soberanamente en cualquier momento para sacarte de tu lucha, pero no lo hizo porque la está usando para producir fuerza y ​​nueva vida en ti.