Una de las promesas más poderosas y mal empleadas de la Biblia es: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:13).
Esto no significa que el jugador de fútbol americano se puede poner bravo y decir: "Puedo aplastar al otro equipo". Tampoco quiere decir que el luchador de MMA se ponga su túnica que usa hasta la jaula y diga: “Todo lo puedo en Cristo. Puedo golpear al otro tipo".
Eso no es lo que significa esta escritura, ni siquiera en lo más mínimo. Pablo está hablando de sufrimiento, resistencia y saber cómo vivir en necesidad. El libro de los Hechos nos dice que la iglesia de Filipos vivía en extrema pobreza y hubo cierto punto en su pobreza en el que no pudieron darle dinero a Pablo que estaba en prisión. Ahora bien, cuando estás en una prisión en Roma, no te alimentan. Tienes que tener amigos que te traigan comida. Los filipenses eran el principal recurso de Pablo, pero no tenían dinero para dar, por lo que hubo una temporada en la que él tuvo necesidad.
Fue entonces cuando dijo: “¿Saben? Incluso cuando estoy así de necesitado, incluso cuando no tengo nada, puedo hacer todas las cosas a través de Cristo que me fortalece".
Quizás tengas este versículo en tu refrigerador, refiriéndose a tu dieta. Claro, eso podría ayudar, pero esta promesa es mucho más. Cuando sientas que tu vida se está desmoronando, puedes hacer todas las cosas a través de Cristo, quien te fortalece con una paz que sobrepasa todo entendimiento (ver Filipenses 4:7).
Esta fuerza, esta paz es lo que nos permite afrontar las grandes dificultades de nuestra vida. Tal vez te enfrentas a un cónyuge amargado o un hijo pródigo que te está rompiendo el corazón. La capacidad de seguir perseverando sólo se puede lograr con el poder del Señor.