Descanso y Plenitud Espiritual

David Wilkerson (1931-2011)

“Y será Sarón para habitación de ovejas, y el valle de Acor para majada de vacas, para mi pueblo que me buscó” (Isaías 65:10).

Dios promete que si sus hijos lo buscan continuamente con todo su corazón, siempre tendrán abundante alimento espiritual. Sin embargo, aquellos que no buscan a Dios estarán vacíos, hambrientos, secos, deambulando, buscando un pastor, hambrientos y nunca satisfechos. La Palabra dice: “Vosotros tendréis hambre… tendréis sed… series avergonzados” (versículo 13). Pero también dice: “He aquí que mis siervos comerán… beberán… se alegrarán… cantarán por júbilo del corazón” (versículos 13-14).

Aquellos que están encerrados con Dios, derramando sus corazones delante de él y buscándolo en todo, tendrán poder, autoridad, fuerza espiritual, alimento para el alma y la mente. Serán guiados por Dios a un lugar de descanso y plenitud espiritual.

El Salmo 91 es el pasaje bíblico favorito de muchos creyentes. ¡Estas grandes promesas se encuentran aquí! Todo el salmo es una revelación de la liberación, el poder guardador que proviene de vivir en una actitud de buscar a Dios. La persona que vive en esta habitación de oración tendrá poder sobre todas las trampas demoníacas, todo temor, toda enfermedad y plaga, poder para prevalecer y producir resultados en la oración. Pero hay una condición para esto, y se encuentra en el primer verso:

“El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente” (Salmos 91:1)

“Habitar” significa vivir en su presencia. Quizás te estés preguntando: “¿Esto significa que tengo que orar todo el tiempo?” En cierto sentido, sí. Pablo dijo: “Orad sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17). Eso significa dejar que tu mente permanezca en Dios en todo momento que estés despierto.

¡Amado, durante todo el día, en todas las cosas, invoca a Dios en tu espíritu y conocerás su poder y orden en cada paso!