Cosechando Vida Eterna

David Wilkerson (1931-2011)

Todos hemos oído: “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas 6:7); y generalmente se habla con una connotación negativa, pero también hay un lado positivo en la siembra: “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos” (6:9).

Una parábola es una historia que ilustra una verdad y en la parábola de los talentos, Jesús se enfoca principalmente en el lado bueno de la siembra, que es sembrar en el Espíritu para cosechar vida eterna.

“Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos.  Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos” (Mateo 25:14-19).

Brevemente, la parábola trata de un hombre que les confió a tres sirvientes, diferentes cantidades de dinero para administrar durante su viaje. Cuando regresó, descubrió que dos de sus sirvientes habían invertido su dinero y habían obtenido ganancias, mientras que el tercero simplemente había enterrado su dinero para su custodia. El amo estaba satisfecho con los dos primeros y muy disgustado con el tercero.

Jesús es “el hombre yéndose lejos” (25:14), y nosotros somos los sirvientes con los talentos que representan nuestra medida de gracia y revelación de Jesús. Se nos ordena salir y sembrar esta revelación. Esta parábola muestra que Dios tendrá una cosecha fructífera y gloriosa al final. Dos de los tres siervos vendrán al juicio cargados de frutos y llenos de gozo, siervos buenos y fieles, y el tercero será desterrado.

¡Amado, te animo a que examines tu corazón y luego te conviertas en parte del ejército de los últimos días de Dios! Él tendrá una cosecha de los últimos días; y sólo los siervos fieles y dispuestos del Señor serán parte de esta gran reunión.