COQUETEANDO CON EL PECADO

David Wilkerson

Los impíos siempre han estado destituidos de la verdad, despreciándola, pisoteándola, burlándose de ella con desprecio. Vi un ejemplo de esto en el diario “The New York Post”, cuando un escritor declaró con confianza: "La ciencia ha reemplazado ahora a la fe".

La mayor preocupación de Pablo siempre fue por aquéllos que conocieron el camino de la verdad, confesaron su fe en Cristo, y aun así, continuaron coqueteando con el pecado. "Cambiaron la verdad de Dios por la mentira…por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas" (Romanos 1:25-26).

Otros, reducidos a esclavitud por sus placeres lujuriosos, se tornaron a los falsos maestros para tratar de hallar paz. Terminaron aceptando "herejías destructoras…Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado" (2 Pedro 2:1-2).

Todos los mensajes de Pablo sobre la apostasía y el Anticristo apuntaban a tales cristianos carnales. No eran para los idólatras de Roma, los ateos de Grecia o las tribus paganas en lugares desconocidos. No, él lo hizo para que sean leídos en las iglesias, ¡directamente a los creyentes!

Como puedes ver, Pablo estaba llamando al pueblo de Dios en todas partes a amar la verdad, a buscarla, a estudiarla y a obedecerla. En esencia, escribió: "¡Que la verdad sea su guía! Pídanle al Espíritu Santo que les dé ojos para verla, oídos para oírla y corazón para amarla. De lo contrario, se abrirán al engaño y terminarán creyendo una mentira. ¡Satanás será capaz de iniciarlos en el culto del Anticristo!"

La Biblia dice que en los días previos a la venida de Jesús, Satanás intentará engañar aun a los escogidos, si eso fuera posible. No importará cuánto tiempo un cristiano haya caminado con Jesús, enfrentará tentaciones que nunca tuvo en su vida. Incluso el creyente más fuerte será tentado a dudar de la fidelidad de Dios y a desconfiar de Su Santa Palabra.

"Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos " (Mateo 24:24).