Algunos de ustedes han estado luchando con un patrón habitual de pecado durante mucho tiempo. Has orado; has clamado; has esperado la libertad; has ayunado; has pasado consejería; lo has confesado a tus amigos; rindes cuentas a otros.
Pero esa cosa sigue siendo como una espina en tu corazón. Viene contra ti poderosamente y te preguntas: “¿Cuándo seré libre de esto?”
Bueno, te sugiero que esta espina puede haber nacido de una actitud de Absalón en tu vida. Esta actitud es cuando perdemos nuestra confianza completa en Dios, cuando de pronto no estamos seguros de si Él es suficiente. Es entonces cuando ya no decimos: “Independientemente de las dificultades por las que esté pasando, yo voy a confiar completamente en mi Señor”.
Quizás no te estás dando cuenta de lo mucho que Dios ya ha hecho por ti, que te ama tanto, que en la cruz ganó la victoria, que su poder es suficiente para ti. Dios está diciendo: “¡Espera! Esto está obrando en favor de ti, pero tú sientes que está obrando en tu contra, por lo que has permitido que un espíritu rebelde de Absalón entre en tu vida”.
Si quieres liberarte de ese patrón habitual de pecado en tu vida, debes lidiar con la actitud de Absalón y decir: “Dios, voy a confiar en ti. Voy a creer en ti y caminar contigo pase lo que pase”.
Cuando hay cosas que parecen haber sido retenidas, es por nuestro propio bien. Las tribulaciones y las pruebas de tu fe están obrando para brindarte una mayor confianza en Dios en tu vida. Están puestas ante ti para ayudarte a crecer en madurez, firmeza y fuerza. ¡Confía en la bondad y el propósito de Dios para tu vida!