¿PUEDEN LOS CRISTIANOS MANTENERSE PUROS HOY?

David Wilkerson (1931-2011)

¿Es posible que un cristiano se mantenga limpio y puro en un mundo lleno de violencia, inmoralidad y corrupción? ¿O es inevitable que el espíritu de esta era desgaste a los santos de Dios y aflija a sus almas? Le sucedió a Lot y su familia en Sodoma, y le está sucediendo a multitudes de cristianos en todo el mundo. Las tentaciones abrumadoras de esta generación malvada ya han hecho que muchos cristianos cedan sus principios y se entreguen a prácticas impías.

Los cristianos verdaderamente honestos deben hacer un inventario y hacerse estas preguntas importantes: “¿Están cambiando mis valores morales? ¿Se está filtrando en mi vida la maldad de este siglo? ¿Estoy siendo afectado por el bombardeo de sensualidad que veo a mi alrededor? ¿Estoy desarrollando un apetito por las cosas mundanas?

El mal siempre ha estado presente. El diablo trató de tentar y engañar a David, a Isaías, a Pablo y al pueblo de Dios en cada generación con la misma fuerza con que trata de devorar al pueblo de Dios hoy. A pesar de todo, Dios siempre ha tenido un remanente, gente que se mantuvo fiel hasta el final. El espíritu de la época no los abrumó. De hecho, se hicieron fuertes y santos en medio de la persecución y la maldad.

Esta generación se está volviendo malvada y vil porque está perdiendo su fe en Dios, y esa fe se está disipando porque la Biblia ya no se consume como una fuerza vivificante. No culpes al diablo: nuestras caídas son el resultado de una cosa: la falta de oración y de lectura de la Biblia.

Necesitamos estar orando: “Oh, Dios, hazme ver cuánto me he enfriado. Hazme saber lo débil que soy y pon en mí un nuevo hambre por las cosas espirituales". Este es el deseo de Dios para todos los que viven en medio de la maldad: “Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo” (Filipenses 2:15). ¡Deja que tu luz brille!