¿Muestra Tu Vida Fe en Cristo?

David Wilkerson (1931-2011)

El escritor de Hebreos dice a sus lectores: “Debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo” (Hebreos 5:12). Estas son palabras fuertes y osadas. ¿A quién se dirige exactamente el escritor aquí? En resumen, ¿a quién está reprendiendo? El libro de Hebreos nos muestra que está hablando a creyentes que han sido bien educados en la verdad bíblica. En otras palabras, los que leyeron esta carta se habían sentado bajo la poderosa predicación de muchos ministros ungidos. Considera todo lo que se les había enseñado a estos cristianos:

  • Sabían sobre el sumo sacerdocio de Jesús y su intercesión por ellos en el trono de Dios.
  • Sabían de la invitación de Jesús de presentarse confiadamente ante el trono para encontrar misericordia y gracia en su momento de necesidad.
  • Se les había enseñado que disponían de un reposo sobrenatural.
  • Sabían que el Señor se compadecía por sus debilidades.
  • Sabían que Cristo había sido tentado en todos los puntos, pero él permaneció sin pecado.
  • Se les había exhortado: “Retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza” (3:6).
  • Habían recibido una advertencia clara de cómo la incredulidad contrista al Espíritu Santo: “Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo” (3:12).

Todo esto se encuentra en los primeros cuatro capítulos de Hebreos y ahora, en el capítulo 5, el escritor se dirige a los congregados: “Después de toda esta sana enseñanza, todavía son tardos para oír y necesitan que alguien les enseñe”.

¿Esto aplica para ti? Piensa en todo lo que ha aprendido esta generación actual de cristianos. ¿Cuántos sermones hemos escuchado que nos desafían a confiar en el Señor en todas las cosas? ¿Cuántas veces hemos escuchado predicar las increíbles promesas de Dios? Y, sin embargo, ¿con qué frecuencia nos desinflamamos rápidamente cuando llega una prueba?

Querido hermano, ¿qué dice tu vida a quienes te rodean? ¿Cómo se lee el libro de tu vida? ¿Eres tú un maestro en tiempos difíciles, ministrando a otros con tu ejemplo? Es imposible mantener la fe sin ir valientemente al trono en oración respecto a todo lo que necesitas. Te insto a que vayas al Señor todos los días para obtener toda la misericordia que necesitas. ¡Él te está llamando como uno de sus maestros!