¿LO OYES GOLPEANDO A LA PUERTA?

Claude Houde

Jesús confrontó a la iglesia de Laodicea, que representa a la Iglesia de los últimos tiempos. Le dio esta advertencia que se extiende a través de los siglos para hablarnos a ti y a mí hoy: “Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca” (Apocalipsis 3:16). ¡Qué impresionantes palabras!

¿Cuál es el delito, el pecado inimaginable cometido por la Iglesia moderna? Escucha las palabras de Aquel que, por encima de todo, busca nuestra fe, confianza y entrega: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente…sé, pues, celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:15, 19-20).

Este pasaje de la Escritura, que se cita tan frecuentemente, no se dirige a un mundo perdido que necesita “dejar entrar a Jesús”. Más bien, es un llamado directo y solemne a los creyentes modernos que están recostados perezosamente en el lecho de la indiferencia, bastante contentos con ellos mismos y con la porción que les ha tocado.

Esta generación ha sido cegada diabólicamente a la revelación espiritual de que sin una fe ardiente es imposible agradar a Dios. Jesús está literalmente y de forma espectacular de pie afuera de la puerta de una iglesia autosuficiente que confía en métodos, estrategias, tácticas y cambios de paradigma “vanguardistas” tomados del mercado secular. Él está pidiendo a gritos, “¡Déjenme Entrar! ¡Arrepiéntanse! ¡Aléjense de esas cisternas rotas que no ofrecen agua viva! Hago un llamamiento a un pueblo que camine en fe y cuya confianza se mantenga exclusivamente en Mis promesas. ¡Anhelo un pueblo cuya fe les permita ver lo invisible, creer lo increíble, y recibir lo imposible!”

 

Claude Houde es el pastor principal de la Iglesia de la Nueva Vida (Eglise Nouvelle Vie) en Montreal, Canadá; y es un orador frecuente en conferencias para pastores y líderes dirigidas por World Challenge en todo el mundo. Bajo su liderazgo la Iglesia de la Nueva Vida se ha incrementado de ser un puñado de personas, a más de 3500 miembros, en una parte de Canadá donde pocas iglesias protestantes han alcanzado éxito.