¿ESTOY SIENDO MÁS COMO JESÚS?

David Wilkerson (1931-2011)

¿Estás creciendo en gracia? Para mí, la gracia es el poder que recibimos del Espíritu Santo para ser más como Jesús; por lo tanto, crecer en gracia significa crecer en semejanza a Cristo a través del poder inmerecido del Espíritu de Dios. Así que permítanme reformular la pregunta: ¿Estás apoyándote en el Espíritu Santo, para que te haga más como Jesús, en el hogar, en el trabajo, en las relaciones?

Echa un vistazo honesto a tu vida durante el año pasado y piensa en todas las pruebas que has pasado. ¿Has reaccionado con fe, gracia, amor y misericordia? ¿Has sido amable, paciente, gentil y de buen hablar? ¿O tienes que admitir que has reaccionado con enojo, autocompasión y palabras duras? “Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir!” (2 Pedro 3:11). "Procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz” (versículo 14).

Como cristiano maduro, tú has construido un fundamento espiritual a lo largo de los años a través del estudio regular de la Biblia, la oración consistente y la instrucción piadosa. Pero, ¿continúas siendo como Jesús? ¿Eres más compasivo, manso, misericordioso y perdonador de lo que eras a estas alturas del año pasado?

Nuestro crecimiento se atrofia cuando reaccionamos infantilmente a los dolores que los demás nos infringen. Pablo advirtió a los Efesios: “No seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina” (Efesios 4:14). Puedes pensar: “Bueno, este versículo no se aplica a mí. Yo estoy fundamentado en la Palabra”.

Pero el mensaje de Pablo exige que nos examinemos nuevamente. ¿Cómo reaccionamos ante las personas que se hacen llamar nuestros hermanos y hermanas en Cristo, sin embargo, esparcen falsedades acerca de nosotros? ¿Cuál es nuestra respuesta cuando nos hieren y entristecen hasta las lágrimas? Pablo deja en claro que no debemos ser infantiles.

Te animo a que examines tu vida cuidadosamente y te recuerdes a ti mismo que crecer en gracia aumentar en la semejanza de Cristo a través del poder del Espíritu. Y sigue haciéndote esta pregunta: ¿Estoy siendo más como Jesús, al confiar en el poder del Espíritu Santo?