Es probable que tengas varios círculos de amigos que incluyan tu mundo de negocios, tus compañeros de trabajo, socios o clientes; y conocidos con los que te relacionas en un nivel superficial. Tendríamos que dejar por completo el mundo para evitar este tipo de contactos.
A Dios le importa más tu círculo íntimo, tus amigos entrañables. Estas son las personas que más amas y que tienen una influencia en tu vida. Están de acuerdo en la mayoría de cosas y se sienten seguros abriendo sus corazones unos a otros.
Es importante saber que, como seguidor de Jesús, Satanás te tentará a formar amistades impías. Él tratará de traer a tu vida a alguien que pueda destruir todo lo piadoso que hay en ti. Tú puedes estar pensando: “¡Espera un minuto! Yo no quiero comenzar a dudar de mis amigos”. Si son verdaderos amigos, unidos por el Espíritu de Cristo, no tienes nada que temer al examinar tu relación con ellos. Pero sería sabio que vieras a tus amistades a la luz de las Escrituras.
Un verdadero y piadoso amigo siempre se pondrá del lado de la Palabra de Dios en cualquier asunto; y no sólo de tu lado porque sean amigos. Tal amigo te amará lo suficiente como para decirte la verdad, a pesar de que a veces pueda doler.
Amado, tus amigos son un asunto serio para Dios, porque sus acciones tienen serias consecuencias. La Biblia es muy clara: “No te hagas amigo de gente violenta ... no sea que aprendas sus malas costumbres y tú mismo caigas en la trampa” (Proverbios 22:24-25, NVI). “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres” (1 Corintios 15:33).
Toma una determinación hoy. Si tienes amigos impíos en tu círculo más íntimo, despréndete de ellos. Y siempre debes estar atento a los intentos de Satanás de poner a alguien en tu vida para destruir la obra de Cristo en ti.
Haz esta oración hoy: “Señor, abre mis ojos para ver todas mis amistades. ¡Ayúdame a verlos claramente, ya sean buenas o malas; y que todas mis relaciones te den gloria a ti!”