Dios puede restaurar lo que parece estar muerto en nuestras vidas con una sola palabra. ¿Estás pasando por problemas financieros y no puedes pagar tus cuentas? Así sucedió con los discípulos del Señor.
Cuando llegó el momento de los impuestos, Cristo y sus discípulos no tenían dinero para pagar la cantidad necesaria. Entonces, ¿cómo arregló el Señor la situación? Él envió a Pedro a pescar. “Ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti” (Mateo 17:27).
Solo puedo imaginar lo que Pedro debió haber pensado: “¿Dinero de impuestos en la boca de un pez? Esto tengo que verlo. He sido pescador toda mi vida y he visto muchas cosas dentro de los peces: gusanos, anzuelos y algas marinas. Pero nunca he visto una moneda”. Sin embargo, cuando Pedro jaló el anzuelo con el primer pez que saltaba, le abrió la boca y encontró una moneda reluciente, lo suficiente para pagar sus impuestos, tal como Jesús había dicho.
¿Por qué el Espíritu Santo se movió en los escritores de los evangelios para registrar esta historia? ¿Y por qué Jesús no sólo tomó una ofrenda, o envió a los discípulos a trabajar por un día para traer el pago del impuesto?
Creo que Jesús se movió sobrenaturalmente aquí porque quería demostrarles a sus hijos que él es capaz de hacer lo imposible por nosotros. ¡Él puede arreglar cualquier problema! Él quería que supiéramos que él es el mismo Dios que alimentó a Elías con pan y carne traídos por cuervos (1 Reyes 17:6); que evitó que la tinaja de comida de una viuda escaseara durante una sequía (1 Reyes 17:14-16); y que alimentó a una multitud de 5,000 con algunos peces y panes (Mateo 14:19-21).
Dios sabe que en ciertos momentos de nuestras vidas sólo un milagro servirá y quiere asegurarnos que él puede hacer lo imposible por nosotros, en cualquier situación. Amado, cree que Dios te proveerá en cada área de tu vida porque nada es imposible para él.