EL PROBLEMA CON ‘ALGÚN DÍA’

David Wilkerson (1931-2011)

Una de las palabras más trágicas en cualquier idioma es algún día. Resume las esperanzas y sueños no cumplidos de toda esta generación. Muchos están atados, solos, desconsolados, desilusionados, rechazados, esperando que ocurra un milagro. Pero nada va a suceder a menos que tomen medidas para que esto suceda.

Cuatro leprosos se sentaron fuera de la ciudad sitiada de Samaria y el ejército sirio estaba decidido a matarlos de hambre. Estos hombres podrían haber muerto de hambre pero decidieron hacer algo por su situación desesperada. Ellos preguntaron: “¿Para qué nos estamos aquí hasta que muramos?… si nos dieren la muerte, moriremos. Se levantaron, pues, al anochecer, para ir al campamento de los sirios; y… no había allí nadie” (2 Reyes 7:3-5). Cuando entraron al campamento, descubrieron comida, oro, ropa; todo lo que sus corazones podían desear, porque el Señor intervino (ver los versículos 7-8).

Hay algo trágicamente incorrecto en la forma en que la mayoría de nosotros vivimos la vida cristiana. ¡Definitivamente no estamos viviendo de la manera que Dios pretendía! Considera los adjetivos que Dios usa para describir la vida que él provee a todos los creyentes: abundante y vencedor; satisfactorio, gozoso; la paz de Dios y la luz sin oscuridad; libertad, sabiduría, buen ánimo y bendiciones; ¡poder, quietud, seguridad y victoria!

Ahora, piensa en los adjetivos negativos lanzados por los cristianos de hoy: confrontado, deprimido, atemorizado; ansioso, inquieto, solitario; triste, vacío, inquieto; débil, culpable, condenado; oprimido, resentido, nervioso, perplejo, consumido.

Dios nunca quiso que sus hijos vivieran como si él hubiera abandonado la tierra y le hubiera dado el control a Satanás. Los más fieles entre nosotros se cansan y hasta los más fuertes pierden el ánimo a veces. ¡Pero no se debe permitir que esto continúe!

Cristo está regresando por una iglesia triunfante y vencedora que es victoriosa sobre todo el poder del enemigo. “Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús” (2 Corintios 2:14).

Amados, levántense hoy y caminen en victoria porque “en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Romanos 8:37).