GUARDANDO LA FEGUARDANDO LA FE

David Wilkerson

El Señor desea un pueblo que mantenga la fe aun cuando sufra la pérdida de todas las cosas.

"Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos...y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos." (Hebreos 10:32,34)

Esto se refiere al pueblo de Dios que ha sido grandemente afligido "después de haber sido iluminados". ¡Ellos vieron la luz! Perdieron sus bienes, pero la fe los hizo gozosos porque sus ojos estaban puestos en una "mejor y perdurable herencia".

Si perdieras todas tus posesiones terrenales, ¿dejarías de confiar?

Pablo mantuvo la fe en las buenas y en las malas. En sus días finales, él pudo gloriarse: "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe" (2 Timoteo 4:7). Él pudo decir: "Satanás envió mensajeros para pelear conmigo en Jerusalén, Damasco, Asia, Éfeso, Antioquía y Corinto, pero yo guardé la fe. En cinco ocasiones los judíos me golpearon con treinta y nueve azotes. He sido puesto en prisión muchas veces, azotado con varas tres veces, apedreado, robado, aún por los de mi nación, pero mantuve la fe".

"En ocasiones, he estado tan cansado, lleno de dolor, con hambre, con sed, con frío y desnudo, preocupaciones de todo tipo, sin embargo, he guardado la fe. He estado preocupado, perplejo, angustiado, perseguido, pero nunca abatido, nunca destruido, nunca sacudido en mi fe".

Estas palabras nos sostendrán en los días venideros: "No tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme, confiado en Jehová" (Salmos 112:7).

"Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada. Desde ahora y para siempre" (Salmos 121:7-8).

"Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su morada; sobre una roca me pondrá en alto" (Salmos 27:5).

"E invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás" (Salmos 50:15).